Linfocitos B
El linfocito es un tipo de leucocito que proviene de la diferenciación linfoide de las células madre hematopoyéticas ubicadas en la médula ósea y que completa su desarrollo en los órganos linfoides primarios y secundarios (médula ósea, timo, bazo, ganglios linfáticos y tejidos linfoides asociados a las mucosas).
La característica celular definitiva para la línea celular B su capacidad para sintetizar proteínas llamadas inmunoglobulinas. Ninguna otra célula expresa estas proteínas. Las inmunoglobulinas son una familia de proteínas muy diversa cada inmunoglobulina está constituida por dos tipos de polipéptidos relacionados llamados cadenas pesadas y cadenas ligeras.
Cada
inmunoglobulina se especifica específicamente se fija específicamente y con
gran afinidad a su pequeño ligando molecular particular, que puede ser
cualquiera de un gran número de determinantes químicos que se encuentran en
proteínas, carbohidratos, lípidos u otras macromoléculas. Los determinantes
moleculares que fijan inmunoglobulinas se denominan de manera colectiva
antígenos.
Las células B maduras pueden expresar
inmunoglobulinas de todos modos distintos, cada uno de los cuales sirve para
realizar funciones particulares. En los linfocitos B en reposo (vírgenes o de
memoria) las inmunoglobulinas se expresan sólo en la superficie celular, donde
actúan como receptores unidos a membrana para antígenos específicos. Cada
linfocito en reposo puede expresar decenas de millares de inmunoglobulinas de
membrana en su especie.
En contraste, las células
efectoras de la línea celular B (llamadas células plasmáticas) están
especializadas de modo único para secretar cantidades grandes de
inmunoglobulinas en su medio circulante. Las inmunoglobulinas secretadas
conservan su característica de reconocer y fijar a sus ligandos específicos y a
menudo se conocen como anticuerpos; estos circulan normalmente a una concentración
sérica de 7 a 26 g/L en un adulto, y de manera representan cerca del 25% de la
proteína total del suero. El enlace de un anticuerpo a su antígeno blanco puede
originar diversos efectos benéficos para el huésped. Muchas inmunoglobulinas
secretadas también son opsoninas potentes, puesto que promueve la fagocitosis
de bacterias u otros blancos a los cuales se unen.
Cuando se divide un
Linfocito B activado, parte de sus descendientes se vuelven células B de
memoria, mientras que el resto se diferencia en células plasmáticas. Las
células plasmáticas tienen forma oval u ovoide; contienen citoplasma abundante
y núcleo redondeado situado excéntricamente.
La función principal de las
células tipo B consisten secretar anticuerpos en la sangre y en otros líquidos
corporales, y de este modo impedir la proliferación de invasores extraños. Tales
células constituyen el principal tipo celular que participa en la inmunidad humoral,
es decir, en efectos de protección mediados a través de líquidos tisulares. Las
células B también desempeñan dos funciones adicionales en el sistema
inmunitario. En primer lugar, pueden funcionar como células presentadoras de
antígenos al transformar y mostrar las sustancias extrañas, de manera que los
linfocitos T pueden reconocerlas. En segundo lugar, las células B activadas
pueden secretar ciertas linfocinas, así como otros factores que influyen en el
crecimiento y las actividades de otras células inmunológicamente importantes.
Antígenos
y epítopos de célula B
Un antígeno es un agente
extraño o sustancia extraña que al ingresar a un organismo y puede estar en
contacto con él, es capaz de desencadenar la respuesta inmune, es decir, inducir
a la producción de anticuerpos específicos contra el con el fin de eliminarlo.
Las moléculas grandes son
los inmunógenos más frecuentes, y en consecuencia, de ordinario son antígenos
potentes. Sin embargo cualquier anticuerpo o TCR administrado reconoce y se
fija a sólo una porción limitada de tal molécula, y su sitio de enlace se llama
epítopo. Una molécula antigénica simple puede contener varios epítopos
diferentes y así sucede con los antígenos más grandes. Para cualquier antígeno
determinado en un individuo particular, las regiones reconocidas por
inmunoglobulinas (llamadas epítopos de células B) a menudo son diferentes de
las áreas reconocidas por receptores de célula T (denominadas epítopos de célula
T).
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS:
Tristram G. Parslow. Daniel P. Stites. Abba I. Terr. John B.
Imboden . (2002). Capitulo 3.Linfocitos y tejidos linfoides . En Inmunología
básica y clínica (Pag. 49-50). 10th ed. México: Editorial El Manual Moderno.
Tristram G.
Parslow. Daniel P. Stites. Abba I. Terr. John B. Imboden. (2002). Capítulo 5.
Inmunógenos, antígenos y vacunas. En Inmunología básica y clínica (Pág. 83).
10th ed. México: Editorial El Manual Moderno.
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