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viernes, 25 de noviembre de 2016

Linfocitos B y anticuerpos



Linfocitos B

Resultado de imagen para linfocitos b microscopioEl linfocito es un tipo de leucocito que proviene de la diferenciación linfoide de las células madre hematopoyéticas ubicadas en la médula ósea y que completa su desarrollo en los órganos linfoides primarios y secundarios (médula ósea, timo, bazo, ganglios linfáticos y tejidos linfoides asociados a las mucosas).
La característica celular definitiva para la línea celular B su capacidad para sintetizar proteínas llamadas inmunoglobulinas. Ninguna otra célula expresa estas proteínas. Las inmunoglobulinas son una familia de proteínas muy diversa cada inmunoglobulina está constituida por dos tipos de polipéptidos relacionados llamados cadenas pesadas y cadenas ligeras.

Cada inmunoglobulina se especifica específicamente se fija específicamente y con gran afinidad a su pequeño ligando molecular particular, que puede ser cualquiera de un gran número de determinantes químicos que se encuentran en proteínas, carbohidratos, lípidos u otras macromoléculas. Los determinantes moleculares que fijan inmunoglobulinas se denominan de manera colectiva antígenos. 

Las células B maduras pueden expresar inmunoglobulinas de todos modos distintos, cada uno de los cuales sirve para realizar funciones particulares. En los linfocitos B en reposo (vírgenes o de memoria) las inmunoglobulinas se expresan sólo en la superficie celular, donde actúan como receptores unidos a membrana para antígenos específicos. Cada linfocito en reposo puede expresar decenas de millares de inmunoglobulinas de membrana en su especie.

En contraste, las células efectoras de la línea celular B (llamadas células plasmáticas) están especializadas de modo único para secretar cantidades grandes de inmunoglobulinas en su medio circulante. Las inmunoglobulinas secretadas conservan su característica de reconocer y fijar a sus ligandos específicos y a menudo se conocen como anticuerpos; estos circulan normalmente a una concentración sérica de 7 a 26 g/L en un adulto, y de manera representan cerca del 25% de la proteína total del suero. El enlace de un anticuerpo a su antígeno blanco puede originar diversos efectos benéficos para el huésped. Muchas inmunoglobulinas secretadas también son opsoninas potentes, puesto que promueve la fagocitosis de bacterias u otros blancos a los cuales se unen.
Cuando se divide un Linfocito B activado, parte de sus descendientes se vuelven células B de memoria, mientras que el resto se diferencia en células plasmáticas. Las células plasmáticas tienen forma oval u ovoide; contienen citoplasma abundante y núcleo redondeado situado excéntricamente.

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La función principal de las células tipo B consisten secretar anticuerpos en la sangre y en otros líquidos corporales, y de este modo impedir la proliferación de invasores extraños. Tales células constituyen el principal tipo celular que participa en la inmunidad humoral, es decir, en efectos de protección mediados a través de líquidos tisulares. Las células B también desempeñan dos funciones adicionales en el sistema inmunitario. En primer lugar, pueden funcionar como células presentadoras de antígenos al transformar y mostrar las sustancias extrañas, de manera que los linfocitos T pueden reconocerlas. En segundo lugar, las células B activadas pueden secretar ciertas linfocinas, así como otros factores que influyen en el crecimiento y las actividades de otras células inmunológicamente importantes.
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Antígenos y epítopos de célula B

Un antígeno es un agente extraño o sustancia extraña que al ingresar a un organismo y puede estar en contacto con él, es capaz de desencadenar la respuesta inmune, es decir, inducir a la producción de anticuerpos específicos contra el con el fin de eliminarlo.
Las moléculas grandes son los inmunógenos más frecuentes, y en consecuencia, de ordinario son antígenos potentes. Sin embargo cualquier anticuerpo o TCR administrado reconoce y se fija a sólo una porción limitada de tal molécula, y su sitio de enlace se llama epítopo. Una molécula antigénica simple puede contener varios epítopos diferentes y así sucede con los antígenos más grandes. Para cualquier antígeno determinado en un individuo particular, las regiones reconocidas por inmunoglobulinas (llamadas epítopos de células B) a menudo son diferentes de las áreas reconocidas por receptores de célula T (denominadas epítopos de célula T).
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Tristram G. Parslow. Daniel P. Stites. Abba I. Terr. John B. Imboden . (2002). Capitulo 3.Linfocitos y tejidos linfoides . En Inmunología básica y clínica (Pag. 49-50). 10th ed. México: Editorial El Manual Moderno.


Tristram G. Parslow. Daniel P. Stites. Abba I. Terr. John B. Imboden. (2002). Capítulo 5. Inmunógenos, antígenos y vacunas. En Inmunología básica y clínica (Pág. 83). 10th ed. México: Editorial El Manual Moderno.

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