La inmunidad es el estado de protección contra
una enfermedad infecciosa tienen un componente menos específico y otro que lo
es más. El componente menos específico, inmunidad innata, lo proporciona la
primera línea de defensa contra una infección. Casi todos los componentes de la
inmunidad innata se encuentran antes del inicio de la infección y constituyen
un grupo de mecanismos de resistencia contra la enfermedad que no son
específicos de un patógeno particular sino que incluyen componentes celulares y
moleculares, que reconocen clases de moléculas peculiares a los patógenos que
se encuentran con frecuencia. Las células fagocíticas, como los macrófagos y
los neutrófilos, las barreras como la piel, y una diversidad de compuestos
antimicrobianos sintetizados por el huésped tienen funciones importantes en la inmunidad
innata.
Inmunidad
innata
Puede considerarse que la inmunidad innata
comprende cuatro tipos de barreras de defensa: anatómica, fisiológica, fagocítica
e inflamatoria.
La
piel y las superficies mucosas representan barreras protectoras contra una
infección
Las barreras físicas y anatómicas que previenen
entrada de patógenos son la primera línea de defensa del organismo contra la
infección. Se incluye en la piel y superficies de la mucosa, toda vez que son
barreras eficaces para la entrada de la mayor parte de los microorganismos. La
piel posee dos capas distintas: una externa más delgada (la epidermis) y otra
más gruesa (la dermis). La primera contiene varias capas de células epiteliales
agrupadas a gran densidad. La capa epidérmica externa incluye células muertas y
está llena de una proteína impermeable llamada queratina.
La saliva, las lágrimas y las secreciones
mucosas actúan para eliminar por lavado posible invasores y asimismo contienen
sustancias antibacterianas o antivirales. El líquido viscoso llamado moco, que
secretan células epiteliales de las mucosas, atrapa microorganismos extraños.
Las
barreras fisiológicas contra la infección incluyen condiciones generales y
moléculas específicas
Las barreras fisiológicas que contribuyen a la
inmunidad innata incluyen temperatura, pH y varias moléculas solubles y
reacciones con las células. Muchas especies no son susceptibles a ciertas
enfermedades tan sólo porque la temperatura normal del cuerpo inhibe el
crecimiento de los patógenos.
La acidez gástrica es una barrera fisiológica
innata contra la infección dado que muy pocos organismos ingeridos pueden
sobrevivir al pH bajo del contenido gástrico.
Una diversidad de factores solubles interviene
en la inmunidad innata, entre ellos las proteínas lisozima, interferón y
complemento. La lisozima, una enzima hidrolítica que se encuentra en las
secreciones mucosas y las lágrimas, puede segmentar la capa de peptidoglicano
de la pared celular bacteriana. El interferón comprende un grupo de proteínas
producidas por células infectadas por virus. Entre las múltiples funciones de
los interferones se encuentra la capacidad para unirse a células cercanas e
inducir un estado antiviral generalizado. El complemento, es un grupo de
proteínas séricas que circulan en estado inactivo.
El complemento puede actuar como un sistema
efector que desencadena la unión de anticuerpos a ciertas superficies celulares
o activarse por reacciones entre moléculas de complemento y ciertos componentes
de las paredes celulares microbianas. Las reacciones entre moléculas de
complemento o fragmentos de ellas y receptores celulares estimulan la
activación de células del sistema inmunitario innato o adaptativo.
Muchas de las moléculas que participan en la inmunidad
innata tienen la propiedad del reconocimiento de patrón, que es la capacidad
para identificar una clase específica de moléculas la capacidad para reconocer
y combatir de inmediato Invasores que poseen estas moléculas.
La capacidad para reconocer y combatir de
inmediato a invasores que poseen estas moléculas es una característica potente de
la inmunidad innata. Las moléculas con capacidad de reconocimiento de patrones
pueden ser solubles, como la lisozima y los componentes del complemento, o bien
puede ser receptores relacionados con las células. Entre las clases de
receptores conocidos como receptores tentados (TLR) (porque “sienten” tentación
o atracción) los TLR2 reconocen a los lipopolisacáridos (LPS).
Las
células que captan y destruyen patógenos contribuyen una barrera fagocítica por
la infección
Otro mecanismo innato de defensa importante es
la ingestión de material particulado extracelular por fagocitosis.
En la fagocitosis se expande la membrana
plasmática de la célula alrededor del material particulado, que puede incluir
microorganismos patógenos completos, para formar grandes vesículas llamadas
fagosomas. Casi la totalidad de la fagocitosis la llevan a cabo células
especializadas, como los monocitos y los neutrófilos sanguíneos y los
macrófagos tisulares. La mayor parte de los tipos celulares es capaz de adoptar
otras formas de endocitosis, como la endocitosis mediada por receptor, en la
cual se internalizan moléculas extracelulares después de unirse a receptores
celulares específicos, y pinocitosis, el proceso por el cual las células captan
líquido del medio ambiente junto con cualquier molécula contenida en él.
La
inflamación representa una compleja secuencia de fenómenos que estimulan
reacciones inmunitarias.
El daño tisular que infligen una herida o un
microorganismo patógeno invasor induce una compleja secuencia de fenómenos que
se conoce en conjunto como reacción inflamatoria.
Los signos cardinales de la inflamación
reflejan tres principales fenómenos de reacción inflamatoria.
La vasodilatación aumenta el diámetro de los
vasos sanguíneos de capilares cercanos ocurre a medida que se encuentran los
vasos que se elimina sangre del área afectada y su consecuencia es una
ingurgitación de la red capilar.
Un aumento de la permeabilidad capilar facilita
una afluencia de líquido y células de los capilares ingurgitados hacia el
tejido. El líquido que se acumula (exudado) tiene un contenido mucho más alto
de proteínas que el líquido que suele liberarse de la vasculatura. La
acumulación de exudado contribuye a la tumefacción del tejido (edema).
La afluencia de fagocitos de los capilares
hacia los tejidos la promueve el incremento de permeabilidad de los capilares.
La migración de fagocitos es un proceso de múltiples etapas la adherencia,
migración y la quimiotaxis.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Richard A.
Goldsby. Thomas J. Kindt. Barbara A. Osborne. Janis Kuby. (2004). Generalidades
del sistema inmunitario. En Inmunología 5ta Edición (Pag. 1- 9). Prolongación
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