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domingo, 9 de octubre de 2016

Inmunidad Innata

La inmunidad es el estado de protección contra una enfermedad infecciosa tienen un componente menos específico y otro que lo es más. El componente menos específico, inmunidad innata, lo proporciona la primera línea de defensa contra una infección. Casi todos los componentes de la inmunidad innata se encuentran antes del inicio de la infección y constituyen un grupo de mecanismos de resistencia contra la enfermedad que no son específicos de un patógeno particular sino que incluyen componentes celulares y moleculares, que reconocen clases de moléculas peculiares a los patógenos que se encuentran con frecuencia. Las células fagocíticas, como los macrófagos y los neutrófilos, las barreras como la piel, y una diversidad de compuestos antimicrobianos sintetizados por el huésped tienen funciones importantes en la inmunidad innata.

Inmunidad innata

Puede considerarse que la inmunidad innata comprende cuatro tipos de barreras de defensa: anatómica, fisiológica, fagocítica e inflamatoria.


La piel y las superficies mucosas representan barreras protectoras contra una infección
Las barreras físicas y anatómicas que previenen entrada de patógenos son la primera línea de defensa del organismo contra la infección. Se incluye en la piel y superficies de la mucosa, toda vez que son barreras eficaces para la entrada de la mayor parte de los microorganismos. La piel posee dos capas distintas: una externa más delgada (la epidermis) y otra más gruesa (la dermis). La primera contiene varias capas de células epiteliales agrupadas a gran densidad. La capa epidérmica externa incluye células muertas y está llena de una proteína impermeable llamada queratina.
La saliva, las lágrimas y las secreciones mucosas actúan para eliminar por lavado posible invasores y asimismo contienen sustancias antibacterianas o antivirales. El líquido viscoso llamado moco, que secretan células epiteliales de las mucosas, atrapa microorganismos extraños.

Las barreras fisiológicas contra la infección incluyen condiciones generales y moléculas específicas
Las barreras fisiológicas que contribuyen a la inmunidad innata incluyen temperatura, pH y varias moléculas solubles y reacciones con las células. Muchas especies no son susceptibles a ciertas enfermedades tan sólo porque la temperatura normal del cuerpo inhibe el crecimiento de los patógenos.
 La acidez gástrica es una barrera fisiológica innata contra la infección dado que muy pocos organismos ingeridos pueden sobrevivir al pH bajo del contenido gástrico.
Una diversidad de factores solubles interviene en la inmunidad innata, entre ellos las proteínas lisozima, interferón y complemento. La lisozima, una enzima hidrolítica que se encuentra en las secreciones mucosas y las lágrimas, puede segmentar la capa de peptidoglicano de la pared celular bacteriana. El interferón comprende un grupo de proteínas producidas por células infectadas por virus. Entre las múltiples funciones de los interferones se encuentra la capacidad para unirse a células cercanas e inducir un estado antiviral generalizado. El complemento, es un grupo de proteínas séricas que circulan en estado inactivo.
El complemento puede actuar como un sistema efector que desencadena la unión de anticuerpos a ciertas superficies celulares o activarse por reacciones entre moléculas de complemento y ciertos componentes de las paredes celulares microbianas. Las reacciones entre moléculas de complemento o fragmentos de ellas y receptores celulares estimulan la activación de células del sistema inmunitario innato o adaptativo.
Muchas de las moléculas que participan en la inmunidad innata tienen la propiedad del reconocimiento de patrón, que es la capacidad para identificar una clase específica de moléculas la capacidad para reconocer y combatir de inmediato Invasores que poseen estas moléculas.
La capacidad para reconocer y combatir de inmediato a invasores que poseen estas moléculas es una característica potente de la inmunidad innata. Las moléculas con capacidad de reconocimiento de patrones pueden ser solubles, como la lisozima y los componentes del complemento, o bien puede ser receptores relacionados con las células. Entre las clases de receptores conocidos como receptores tentados (TLR) (porque “sienten” tentación o atracción) los TLR2 reconocen a los lipopolisacáridos (LPS).

Las células que captan y destruyen patógenos contribuyen una barrera fagocítica por la infección
Otro mecanismo innato de defensa importante es la ingestión de material particulado extracelular por fagocitosis.
En la fagocitosis se expande la membrana plasmática de la célula alrededor del material particulado, que puede incluir microorganismos patógenos completos, para formar grandes vesículas llamadas fagosomas. Casi la totalidad de la fagocitosis la llevan a cabo células especializadas, como los monocitos y los neutrófilos sanguíneos y los macrófagos tisulares. La mayor parte de los tipos celulares es capaz de adoptar otras formas de endocitosis, como la endocitosis mediada por receptor, en la cual se internalizan moléculas extracelulares después de unirse a receptores celulares específicos, y pinocitosis, el proceso por el cual las células captan líquido del medio ambiente junto con cualquier molécula contenida en él.

La inflamación representa una compleja secuencia de fenómenos que estimulan reacciones inmunitarias.
El daño tisular que infligen una herida o un microorganismo patógeno invasor induce una compleja secuencia de fenómenos que se conoce en conjunto como reacción inflamatoria.
Los signos cardinales de la inflamación reflejan tres principales fenómenos de reacción inflamatoria.
La vasodilatación aumenta el diámetro de los vasos sanguíneos de capilares cercanos ocurre a medida que se encuentran los vasos que se elimina sangre del área afectada y su consecuencia es una ingurgitación de la red capilar.
Un aumento de la permeabilidad capilar facilita una afluencia de líquido y células de los capilares ingurgitados hacia el tejido. El líquido que se acumula (exudado) tiene un contenido mucho más alto de proteínas que el líquido que suele liberarse de la vasculatura. La acumulación de exudado contribuye a la tumefacción del tejido (edema).
La afluencia de fagocitos de los capilares hacia los tejidos la promueve el incremento de permeabilidad de los capilares. La migración de fagocitos es un proceso de múltiples etapas la adherencia, migración y la quimiotaxis.

 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Richard A. Goldsby. Thomas J. Kindt. Barbara A. Osborne. Janis Kuby. (2004). Generalidades del sistema inmunitario. En Inmunología 5ta Edición (Pag. 1- 9). Prolongación Paseo de la Reforma 1015, Torre A, Piso 17, Col. Desarrollo Santa Fe, Delegación Álvaro Obregón C. P. 01376, México, D. F. Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Reg. núm. 736: DERECHOS RESERVADOS © 2004, respecto a la segunda edición en español por McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S.A. de C.V. A subsidiary of The McGraw-Hill Companies, Inc.





















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